viernes, 25 de enero de 2013

EL LEGADO DE CHAVEZ.


EL LEGADO DE CHAVEZ.

 

Después de 14 años, encaramados en el coroto, con una salud precaria del mandamás y con una país desinformado al respecto, la era de Chávez, está llegando a su final, no sin antes pretender por la vía del asalto, seguir ocupando el puesto de timonel a través de uno de sus más fieles y sumisos  acólitos, avalado por el Ministerio Supremo de Justicia, que de manera descarada toma para sí el poder constituyente que es del Soberano, con la finalidad de acomodar el texto constitucional a su real entender, con la intención  de hacerlos  permanecer en el poder indefinidamente, algo que el pueblo le otorgó el 7 de octubre al señor Chávez y no a sus mandaderos, todo esto nos hace recordar que el año 1998, cuando por la vía democrática, Hugo llegó al Palacio de Misia Jacinta y desde ese momento se propuso eternizarse en el poder, sin reparar en los medios utilizados para tal fin y con la complicidad de los otros “PODERES INDEPENDIENTES Y AUTONOMOS”, que han sostenido con artilugios leguleyos a un régimen que nos está legando un país en bancarrota, el cual se puede caracterizar por los siguientes aspectos claves:

Desconocimiento del adversario político o ideológico, pretendiendo que toda la población siga sus instrucciones, como si se tratara de un rebaño de ovejas que sigue al “pastor”.

Aplicación de ingentes cantidades de los recursos de todos los venezolanos  en misiones, tal vez bien intencionadas, pero muy mal ejecutadas, conduciendo a sus beneficiarios a ser verdaderos mantenidos.

Dedicación de gran parte de los recursos provenientes del petróleo y de los tributos internos, a donaciones a otros países para extender el cuentico del SOCIALISMO DEL SIGLO XXI y dejando a los VENEZOLANOS a la espera de soluciones para sus graves problemas como salud, educación, vivienda, inseguridad, etc.

Establecimiento de una metodología para dirigirse a los venezolanos de una manera desconsiderada, despótica e insultante, acentuada en los últimos tiempos con la participación de personeros de otros “regímenes hermanos” del Castro Chavo Comunismo, quienes han venido a nuestro territorio a insultarnos como si se tratará de esclavos de estos CHULOS que Chávez y su pandilla han venido manteniendo para sus propios intereses.

Conformación de grupos armados, verdaderas patotas, que actúan de manera irracional y como mejor les parece para atemorizar a la población.

Los anteriores puntos, nos conducen a tener como legado de Chávez el desconocimiento de los derechos de los propios habitantes de Venezuela y reconocimiento de derechos y beneficio a habitantes de otros lares, a costa del patrimonio nuestro, de nuestros hijos y de nuestros nietos.

Con respecto a la situación de la economía, el país tiene como legado del régimen una situación supremamente delicada por el déficit fiscal, el endeudamiento irracional tanto interno como externo y el empobrecimiento acelerado de todos los VENEZOLANOS, siendo los compatriotas de menores recursos los que más sufren las consecuencias.

Con este legado VENEZUELA se convierte, después de haber logrado éxitos a nivel nacional e internacional, y con los mayores ingresos jamás obtenidos, en una simple colonia de Cuba, pues desde esa ISLA DE LA FANTASÍA, sita en el Mar de la Felicidad como lo dijera en una oportunidad el “comandante”, se toman todas las decisiones que terminarán de destruir la Democracia, tal vez imperfecta, pero democracia al fin y perfectible, para sustituirla por una AUTOCRACIA MILITARISTA COMUNISTA, que solo realiza sus acciones en beneficio del Comunismo Internacional, por cierto fracasado en todas las latitudes donde han tratado de imponerlo, en lugar de atender las necesidades y problemas de los habitantes  de la Patria de Bolívar, tan disminuida en estos últimos 14 años.

 

 

Ramón Daniel Contreras Barragán

Profesor Titular Jubilado de LUZ

domingo, 6 de enero de 2013


¿Qué es una mujerona?

Reportajes y Especiales - 6 enero, 2013 | 12:00 AM

Estaban dos hombres platicando sobre qué es una mujerona; uno de ellos comienza a describir lo que para él significa: Describió los pechos, la cintura, los labios, las piernas y el color de los ojos. Decía que un mujerón tiene que ser una rubia de 1.80 metros, siliconada y sonrisa perfecta.

Mujerones, dentro de ese concepto, no existen muchas: Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Linda Evangelista, Naomi Campbell, Laetitia Casta e Inés Sastre.

Y para ti, ¿cómo debería ser un mujerón?, interroga a su amigo, y éste, meditando un rato empieza a describirla: Un “mujerón” es aquella que coge dos autobuses para ir a su trabajo y dos más para regresar.

Que cuando llega a su casa, encuentra un cesto de ropa para lavar, los deberes de los niños para revisar y una familia hambrienta para alimentar. Un “mujerón” es aquella que va de madrugada a hacer cola para garantizar la inscripción de sus hijos en el mejor colegio, y aquella jubilada que pasa horas parada haciendo cola en un banco para cobrar una pensión insultante.

Un “mujerón” es la empresaria que administra decenas de funcionarios de lunes a viernes y una familia todos los días de la semana.

Un “mujerón” es aquella que regresa del supermercado con varias bolsas después de haber comparado precios y hacer malabarismos con el presupuesto.

Un “mujerón” es aquella que se depila, se pone cremas, se maquilla, hace dieta, ejercicio, usa tacones y lencería, se arregla el pelo y se perfuma, sin tener ninguna invitación para ser portada de revista.

Un “mujerón” es aquella que lleva los hijos al colegio y los va a buscar, los lleva a las clases de natación y los va a buscar, los lleva a la cama, les cuenta historias, ora con ellos, les da un beso y apaga la luz.

Un “mujerón” es aquella madre del adolescente que no duerme mientras éste no llega sano y salvo a casa, y que bien temprano por la mañana ya está levantada, calentando la leche y haciendo el café.

Un “mujerón” es aquella que sabe dónde está cada cosa, lo que cada hijo siente y cuál es el mejor remedio para la acidez, para los deditos magullados y para las pesadillas.

Dedicado a todas mis amigas, conocidas y desconocidas, que son un “mujerón”. Y a mis amigos que tienen un “mujerón” en casa y no se acuerdan de valorarla y amarla.

 

(Tomado de: www.elmanana.com)