sábado, 23 de febrero de 2013

REVOLUCION HUMANISTA, NO HUMANITARIA


REVOLUCION HUMANISTA, NO HUMANITARIA

Desde el inicio de sus actuaciones en el gobierno nacional, Hugo Chávez y sus acólitos, han pregonado en clara e inteligible voz, que son un  gobierno humanista, donde el principal objetivo para ellos es el tratamiento igualitario para todos los venezolanos. Esta arenga tan repetida se ha convertido en una farsa mas por parte del régimen, así tenemos que el tratamiento dado a sus copartidarios, así sean señalados como los peores transgresores de las leyes, es de un calibre sumamente diferente al otorgado a los que no se identifican con el mamotreto llamado socialismo del siglo XXI, de tal manera que estos últimos, en cualquier caso llevado a los estrados judiciales, siempre serán considerados como delincuentes de máxima peligrosidad y tratados como tal, en cambio a sus militantes, aun cuando participen como delincuentes de alta manufactura se les tratará como verdaderos héroes, todo esto nos conduce a sacar a colación el sonado caso de Puente Llaguno donde unos facinerosos, plenamente identificados como pistoleros, que actuaron contra la población , fueron declarados por los “JUECES” como inocentes y llevados inclusive a ocupar cargos en las diversas instancias del poder público, mientras que a los funcionarios de seguridad que velaban por la vida y bienes de los manifestantes; por órdenes de la NOMENCLATURA CHAVO CASTRO COMUNISTA, se les elaboran expedientes condenatorios a ultranza y se les encarcela como vulgares delincuentes , como en el caso de los Comisarios y los Policías Metropolitanos.

Haciendo énfasis en el caso del Comisario IVAN SIMONOVIS,  causa angustia el desparpajo con que los “JUECES”  han tratado su caso y lo han conducido prácticamente a una PENA DE MUERTE, segura,  al no permitirle  el tratamiento médico adecuado a sus dolencias físicas, de esta manera el régimen se muestra de cuerpo entero como persecutor de los opositores, así sean inocentes como lo dijo el ex magistrado APONTE APONTE, y protector de los aberrados que infringen las leyes pero acompañan a la comparsa comunista militarista que en tan mala hora se aposentó en Miraflores.

Una vez más se ratifica que la tan cacareada consigna de TODOS LOS VENEZOLANOS SOMOS IGUALES, es solo eso una consigna truculenta, pues en la realidad, en nuestro país todos somos iguales pero algunos, los identificados con la cúpula castro comunista, son más iguales que los demás.

 

Ramón Daniel Contreras Barragán

Profesor Titular Jubilado de LUZ

lunes, 11 de febrero de 2013

ALEGRIA TRISTE O TRISTEZA ALEGRE


ALEGRIA TRISTE O TRISTEZA ALEGRE

 

Para comenzar a narrar esta inquietud que me embarga en los últimos tiempos, empezaré por presentar las definiciones de dos conceptos muy contrapuestos.

Alegría. Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bienestar general, altos niveles de energía y una poderosa disposición. La alegría es una emoción, la acción constructiva, que puede ser percibida en toda persona, siendo así que quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos.

Tristeza. Es una de las emociones básicas (no natales) del ser humano, junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres.

 

En las dos definiciones anteriores, encontramos una contraposición o enfrentamiento de las emociones del ser humano, que parecieran nunca acompañar a los hombres y mujeres de manera simultánea; sin embargo a los venezolanos, especialmente durante estos últimos catorce años, nos acompañan de manera pareja estas dos emociones tan contradictorias.

 

Ante todo, a quienes como padres, abuelos o suegros, hemos sufrido la amarga experiencia de ver, a esos seres queridos, hijos, nietos, yernos y hermanos irse de nuestro lado, partir en busca de mejores horizontes en donde hacer su vida y realizar sus sueños, en libertad, dignidad y decoro, porque en su patria que antes les diera todo eso y más, ya nada tienen ni sueñan alcanzar; y se van, desintegrando una familia que ya no puede ser, porque ya no hay aquí oportunidades ni esperanzas. Lejos se van de su querida Venezuela y de nosotros, los que aquí quedamos a la espera de noticias que nos hablen de su  bienestar, tristes por su partida y en el fondo alegres por la cierta esperanza de oportunidades que hagan de sus sueños realidades merecidas. Estas, alegría y tristeza juntas; tristeza y alegría  titulo de estas palabras, definen para mí los sentimientos de los que aquí quedamos, furiosos también. Furiosos porque sabemos quiénes son los culpables; quienes han conducido nuestro país  a tan terribles designios, por causa de la irracional decisión de embargarnos todo en beneficio de extraños intereses, de absurdos intereses que pretenden hacer el bien en otras partes a costa de nuestra propia posibilidad de una mejor vida  a la que tenemos derecho por muchas razones.

Creemos que, visto desde la óptica de quienes emigran, tiene que ser muy triste pues, el hecho de verse obligados a dejar a su país y a los suyos, que en él se quedan, para ir a otros países; pero  simultáneamente de alegría porque lo prioritario entonces para ellos es tratar de labrarse el porvenir  que por circunstancias sobrevenidas no han podido ser alcanzadas en su patio a pesar de que son ellos, en su inmensa mayoría, personalidades con altísima formación curricular, con probada capacidad técnica para desempeñar cualquier función, además de ostentar altísimo nivel ético, que les hace, de por sí, personal deseable, en cualquier parte para los más altos desempeños. Así lo entienden empresas y gobiernos extranjeros que los reciben con los brazos abiertos. En tanto en Venezuela, la mediocridad e incapacidad de los que de fuera vienen y de los que aquí estaban, comunistas-castristas-chavistas, cierran las puertas de empresas florecientes y productivas, echan de sus cargos a los mejores y más  dignos,  con el afán de ocultar sus tropelías y latrocinios, de destruir un país que antes fuera envidia y ejemplo para muchos,  muchísimos, países, empresas y empresarios extranjeros.

Estas líneas las dedico, con infinito sentimiento y dolor, como sentido homenaje de reconocimiento  y solidaridad para con todos los padres y familiares, venezolanos de dignísima altura a quienes digo con  absoluta seguridad, que la Venezuela digna, la Venezuela integra, democrática y honesta está  con ellos, que nos sentimos todos unidos a su menguada circunstancia. Pero también les digo, interpretando el sentimiento nacional, que otra vez seremos libres, que otra vez recobraremos esta patria martirizada y que, desde ese momento, que no ha de estar muy lejos repito desde ese momento, y para siempre volverá Venezuela a ostentar sus altos galardones de capacidad, dignidad y libertad; que nunca jamás “la planta insolente” de los sátrapas vendepatrias volverán a hollar nuestros destinos. Esto lo juramos en nombre de todos.


Ramón Daniel Contreras Barragán

Profesor Titular Jubilado de LUZ